La trampa está puesta por los elementos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos. Sin esforzarse ven llegar a sus próximos objetivos. Se trata de personas que ya realizaban el trámite de residencia o nacionalización, en algunos casos con notable avance. La política del Gobierno de Donald J. Trump es cancelar todos los trámites con lo que inmediatamente la persona es declarada ilegal, siendo ahí mismo capturada por los agentes del ICE. Sin importar nada, son sometidos incluso con sus hijos indocumentados, y son remitidos para su inmediata expulsión del antes llamado país de las libertades.
Eduardo Duarte, residente norteamericano con raíces mexicanas, vivió lleno de impotencia el dolor de ver cómo se llevaban a su esposa Luz del Carmen Herrera, quién ya estaba a punto de recibir sus papeles, pero todo se vino abajo con esta nueva política migratoria. «Pinche gobierno mierda», externó entre el llanto, sobre todo al pensar que le diría a sus hijas que los esperaban en casa.
Ahí mismo, un pequeño de apenas 10 años trataba de consolar a su madre, que sufrió un ataque de pánico y ansiedad al ser arrestados.
Y así, el ansiado sueño americano comienza a ser solo eso, un sueño que ahora se siente como una terrible pesadilla.
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